domingo, 16 de junio de 2013

VALENCIA

Este año hemos organizado un viaje de fin de curso a Valencia. Ha costado bastante, pero lo conseguimos. Este viaje podría considerarse como un premio por el trabajo de todo un año lleno de anécdotas, unas buenas y otras no tanto.

El trayecto empezó nada menos que a las 5 de la madrugada (Incluyendo que tuvimos que levantarnos a las 4 para prepararnos) en autobús y llegamos a las 12 del mediodía, habiendo pasado por varios restaurantes para poder descansar.

Al llegar, soltamos las maletas todas juntas en una habitación, ya que todavía no estaban listas las habitaciones. Montando otra vez en autobús, vimos varias edificaciones y lugares populares hasta las 3:30 aproximadamente que llegamos a la playa la Malvarrosa.

Esta playa me encantó, por que estaba acostumbrado a playas peores. La playa no tenía mucha profundidad, a menos que entraras muy adentro. La mayoría del tiempo estuve bañándome y luego jugamos Adrián, Javi A., Javi E., Ricardo, Jose Quesada y yo un partido con unos hombres que estaban jugando. A las 6 nos fuimos de vuelta al hotel, nos duchamos, cenamos en un restaurante de pasta (de paso quiero dar mis felicitaciones al chef) y fuimos a jugar una partida de bolos. Se me daban fatal, pero fui aprendiendo y pillé que el truco no está en la fuerza, sino en la precisión.







El segundo día fuimos al Oceanografic. Estuvo muy bonito ver a los peces nadando alrededor tuyo. Lo que más me impactó fueron los delfines. Parecía como si nos entendieran y estaban muy bien educados. También fuimos a ver una película un tanto especial de un reportaje sobre varios hombres que se atrevieron a cruzar el río Nilo. Al finalizar llegamos al hotel para ducharnos, fuimos de compras por el centro comercial, cenamos en el mismo restaurante del primer día, tuvimos una velada haciendo canta-juegos y llegamos al hotel y nos acostamos.

El tercer día fue el mejor, ya que fuimos a Terra Mítica donde nos divertimos mucho. Unos se montaban en todo lo que veían, otros tenían miedo y no se montaban, pero todos nos divertimos. A las 5 nos montamos en el autobús de vuelta a casa. No había nadie que no estuviera cansado, al igual que no había nadie que no se hubiera divertido.