Una noche del
verano de 1943, un rayo cayó sobre la escuela de la Guardia. Un
chico de 2º de ESO vio un resplandor, pero no le hizo caso. Todas
las luces que allí había se fundieron y en una clase despertó el
mismísimo Diablo.
Llegó
Septiembre y las clases empezaron con normalidad. Pero un par de
semanas más tarde se oían ruidos de las paredes. Maestros y alumnos
le quitaron importancia, no debieron hacerlo. Poco más de un mes, al
salir de clase, un alumno se quedó recogiendo sus cosas y cuando se
disponía a salir, unas manos grises y con uñas puntiagudas cogió
al niño del cuello, se lo retorció y se comió sus tripas y sesos.
Al día siguiente, la madre de ese niño reclamó su desaparición y
ese día no hubo escuela porque había policías investigando el
lugar. Las mismas manos aparecieron y cogió con las manos los
corazones de los policías que allí quedaron. Los niños quedaron
traumatizados y necesitaron un psicólogo profesional porque no se
atrevían ni si quiera a salir a la calle.
A los pocos
días fueron las fuerzas armadas y ocuparon toda la escuela, no cabía
ni un alfiler, pero no sirvió de nada. El diablo exprimió las
cabezas de los hombres y se bebió la sangre que salía de la boca.
La gente que
vivía alrededor dejó las viviendas por temor a ese ser que vivía
en la escuela y se fueron de la comarca.
Al año
intentaron volver a dar clases y funcionó durante unos meses, pero
de nuevo el diablo arrancó los ojos de aquellos inocentes críos y
murieron en el acto.
A los pocos
días derrumbaron la escuela maldita y se creó un cementerio donde
descansan las almas de los fallecidos en aquella escuela. Se dice que
esas almas están en el infierno arrastradas por el diablo.
FIN
Esta muy, pero muy bien. Da yuyu. Yo tengo que crear el mio.
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